Consultas en general
▶ Las consultas son el servicio básico y fundamental que ofrece el consultorio dental a sus clientes. Consisten en una revisión y un diagnóstico de la salud bucodental del paciente, así como en un asesoramiento personalizado sobre el tipo de tratamiento específico que necesita según el análisis del dentista. Las consultas en general también abarcan otras cuestiones relacionadas con la prevención, la higiene, la estética y la nutrición dental.
▶ El procedimiento de las consultas en general es sencillo y rápido. El dentista examina la boca del paciente con la ayuda de instrumentos como espejos, sondas, pinzas, etc. También puede tomar radiografías, fotografías o impresiones dentales para tener una imagen más precisa de la situación dental del paciente. El dentista evalúa el estado de los dientes, las encías, la lengua, el paladar, las mejillas y los labios, y detecta posibles problemas como caries, gingivitis, periodontitis, maloclusión, etc. El dentista informa al paciente de sus hallazgos y le recomienda el tratamiento más adecuado para su caso, explicándole los beneficios, los riesgos, los costes y la duración del mismo. El dentista también resuelve las dudas y las inquietudes del paciente, y le da consejos para mejorar su salud bucodental.
▶ Las consultas en general son un tratamiento seguro y beneficioso, que permite al paciente conocer el estado de su boca y recibir una atención profesional y personalizada. Sin embargo, es normal que el paciente tenga algunas preguntas o temores antes de acudir al consultorio dental. A continuación, respondemos a algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen los clientes sobre las consultas en general:
¿Cada cuánto tiempo hay que ir al consultorio dental?
▶ Se recomienda ir al consultorio dental al menos una vez al año, o cada seis meses si se tiene algún factor de riesgo, como diabetes, tabaquismo, embarazo, etc. Así se puede prevenir, detectar y tratar a tiempo cualquier problema dental que pueda afectar a la salud y a la calidad de vida del paciente.
¿Qué hay que hacer antes de ir al consultorio dental?
▶ Antes de ir al consultorio dental, se recomienda seguir una rutina de higiene bucal normal, que incluya cepillarse los dientes, usar hilo dental y enjuague bucal. No es necesario hacer una limpieza excesiva o agresiva, ya que puede irritar o sangrar las encías. También se recomienda evitar comer o beber alimentos o bebidas que puedan manchar los dientes, como café, té, vino, etc. Además, se recomienda llevar una lista de los medicamentos que se estén tomando, así como de las alergias o enfermedades que se padezcan, para informar al dentista.
¿Qué hay que hacer después de ir al consultorio dental?
▶ Después de ir al consultorio dental, se recomienda seguir las indicaciones del dentista sobre el tratamiento que se haya realizado o que se vaya a realizar. Por ejemplo, si se ha hecho una limpieza dental, se recomienda evitar comer o beber durante una hora, y evitar alimentos o bebidas muy fríos o muy calientes, o muy duros o muy pegajosos, durante el resto del día. Si se ha hecho una extracción, se recomienda aplicar hielo sobre la zona, morder una gasa estéril, no enjuagarse la boca ni escupir, y tomar analgésicos o antibióticos según la prescripción del dentista. Si se ha hecho una endodoncia, se recomienda evitar masticar con el diente tratado, mantener una buena higiene bucal y acudir a las revisiones periódicas.
¿Qué hacer si se tiene miedo o ansiedad al ir al consultorio dental?
▶ El miedo o la ansiedad al ir al consultorio dental es una reacción normal que puede afectar a muchas personas, especialmente a los niños o a las personas que han tenido malas experiencias previas. Para superar este miedo o ansiedad, se recomienda seguir algunas estrategias como las siguientes:
➡️ Informar al dentista sobre el miedo o la ansiedad que se siente, y pedirle que explique el procedimiento y los instrumentos que va a usar, y que vaya avisando de cada paso que va a realizar.
➡️ Acudir al consultorio dental acompañado de una persona de confianza, que pueda dar apoyo y distracción al paciente.
➡️ Usar técnicas de relajación, como respirar profundamente, escuchar música, visualizar imágenes agradables, etc.
➡️ Solicitar al dentista el uso de anestesia local o sedación consciente, si se considera necesario, para reducir el dolor y el estrés.